Dolor: ¿Cuándo llamar al pediatra?

El dolor se puede definir como una experiencia sensitiva y emocional desagradable que nos envía una señal de alarma sobre alguna lesión en nuestro cuerpo. Esta es una de las causas más frecuentes de sufrimiento para nuestros hijos. Saber cuánto le duele a tu hijo no es fácil, especialmente en los más pequeños, ya que su percepción del dolor puede estar influenciada por muchos factores y a la vez la comunicación con ellos no es sencilla. A menudo, los padres somos interrogados acerca de la intensidad del dolor que padecen nuestros hijos y no es fácil darle una respuesta a su pediatra.
Cuando tu pequeño siente dolor, suele cambiar su comportamiento y esto nos da pistas. Algunas conductas que nos pueden indicar que siente dolor son:

  • Llora o se queja sin explicación alguna.
  • Se encuentra menos inquieto que lo habitual.
  • Rechaza cualquier alimento que le prepares.
  • Busca estar en contacto con sus padres más de lo habitual.
  • Se lleva de forma repetida la mano hacia alguna parte de su cuerpo.
  • Evite mover alguna parte de su cuerpo o que toque cualquier otra superficie.
    También es importante tener en cuenta cómo repercute una situación dolorosa en su actividad habitual, como jugar en el parque o en casa, hacer deporte, ir al colegio, etc.
    Medicamentos como Buprex Forte pueden ayudar a aliviar el dolor. ¡Recuerda! El dolor debe tratarse cuando sabemos cuál es la causa. Si tu hijo tiene un dolor que viene y va, pero no le impide realizar sus actividades diarias puede ser un dolor pasajero y puede no ser indicio de algo grave. Si el dolor no cede, y permanece por un tiempo prologado o viene acompañado de otros síntomas de alerta como fiebre y vómito, es importante que consultes con tu pediatra de confianza.

Fuente:

  • https://www.youtube.com/watch?v=xCO15M89XQ0
  • https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/como-se-evalua-dolor-en-ninos
  • https://www.nurofen.es/dolor-general-en-ninos/
  • https://www.redaccionmedica.com/recursos-salud/diccionario-enfermedades/cuando-hay-que-llamar-al-pediatra